LOS
FUNDAMENTOS DE LA DESESTRUCTURACIÓN
Por
RICHARD
PACARD
Todo
poder legalmente constituido -incluido todo régimen o sistema
político- procede por su misma naturaleza, conformando una
legislación que ampare sus derechos, que políticamente tratan de
reforzar construyendo algunos privilegios frente a los ataques de la
población a la que dicen representar, de dicha forma pueden verse
inmunes a ciertos delitos en el desarrollo de sus actividades
públicas, de ahí se deriva el hecho de la facilidad con la que
incurren en la corrupción en todos los ámbitos de la administración
pública. A parte, de algunos privilegios que ostentan aquellos que
dicen velar por el bien común y la justicia. A ellos especialmente
se les aplica una cotización para cobrar una jubilación de cuatro
años -lo que dura una legislatura-, mientras al resto de la
población se les exige que tengan cotizados de 15 a 25 años. Y ello
representa un agravio comparativo, ademas de otras prebendas y
salarios. Todo sistema, toda estructura de poder, todo gobierno,
siempre elaborara leyes que proteja a la clase dirigente de la nación
y los inmunice de las injusticias o los errores que puedan cometer en
el desarrollo de su mandato. No se dan cuenta y el colectivo no es
consciente, que el dinero con que juegan son derivados de los
impuestos que pagamos, por lo que el verdadero titular de ese capital
es el colectivo. Ellos son solamente meros administradores de la
riqueza que nosotros creamos. Aquel que va en contra de nuestros
intereses, necesidades y derechos, constituye un delito, ya que va en
contra de la nación, va en contra de la comunidad nacional, ya sea
en delitos económicos y políticos o de cualquier otra naturaleza
que así lo estipule la legislación. En nuestro caso la comunidad
nacional: ESPAÑA. Y España a la que muchos dicen defender, -de una
manera muy curiosa-, a esa España que todos amamos, esos son los que
han promovido en el pasado políticas de austeridad y recortes
sociales, desahucios, etc. parapetados en antiguos privilegios de
clase, son estas las declaraciones en los medios de comunicación de
Pablo Iglesias, es el sentir de todos los miembros de podemos, es el
sentir de una gran mayoría de ciudadanos. Y la razón les asiste.
Pero todos sabemos también, que a veces la razón no es la que
triunfa en la vida.
El
núcleo del problema que nos aqueja, es que aún vivimos anclados en
una sociedad, cuyos parámetros y estructuras son de finales del
siglo XIX y principios del siglo XX. Mentalmente nuestra sociedad aún
se haya bloqueada por cuestiones históricas, vivimos en el pasado, y
ese pasado -no solo a nivel nacional si no a nivel mundial- sigue
hipotecando nuestro presente y nuestro futuro. Mostrándonos como el
sistema imperante es el más interesado en que las cosas sigan así.
Ya que de esa forma siguen amparados en sus viejos privilegios y
prebendas. Todo sistema político debe para sobrevivir conformar a la
sociedad a su imagen y semejanza, para así dominar, pues de otra
manera podría existir la posibilidad (el colectivo) de desarrollar
un espíritu crítico, que cuestionara los principios y la
legislación del sistema e invertir el mismo, de modo y manera que el
colectivo conquistara el poder político, y a partir de ahí la
limitación y el control de la legislación o subvertir las normas y
los mismos fundamentos, los cuales son el núcleo de todo sistema. Si
el colectivo es incapaz -en la actualidad- de aplicar esto que
escribo, es por falta de información y la falta de cultura política,
base principal para no dejarse engañar por toda clase de estructura
de poder.
En
el día de hoy existe una gran confusión, ya que tenemos una
saturación de información, la mayoría de las veces de contenido
parcial, que llega a desestructurar la personalidad del individuo,
con el objetivo de acabar con la conciencia social. Es una de las
armas que tiene el sistema para imponer la fragmentación, y anular
de forma disuasoria toda manera de cooperación. Lo que le interesa
al sistema es la competencia, promoviendo en algunos casos la
indiferencia, el aislacionismo, la lucha sectorial de unos contra
otros, no sintiéndonos solidarios con el “otro”, y ahí
precisamente esta nuestra debilidad. Ahora precisamente, es más
necesario que nunca, el interrogarse acerca del lugar que ocupamos en
una sociedad atomizada y desestructurada.
Es
la hegemonía del partido como organización la que prevalece sobre
el parlamento, sin embargo, Manzello dice que se ha llegado a la
parlamentarización de los mismos, y yo soy de la opinión que el
parlamento y el partido viven en una constante simbiosis, ya que el
partido dirige la linea política general del mismo, observándose
una interacción entre el partido y el grupo parlamentario. El
partido como organización de masas, es un ente orgánico y bien
estructurado en la cual prevalece el valor de la disciplina interna,
pero ello no impide denostar a la organización como
desestructuradora de la sociedad en la cual vive, ya que vivimos en
un régimen democrático, donde conviven muchos partidos políticos
(multipartidismo) o como muchos politologos denominan
“Partitocracia”. Esto en cuanto a las virtudes del partido, más
como este se haya bien estructurado, es el creador de un estado de
opinión entre la ciudadanía, que sea favorable a sus intereses, y
conseguir el voto favorable a su representación en el parlamento.
Pero puesto que es una estructura de poder, cuya única misión es
alcanzar constituir gobierno, y mantenerlo el máximo tiempo posible,
tiene unas connotaciones negativas que lo convierten en un grupo de
presión, puesto que defiende a una determinada clase social, y por
lo mismo excluyente, parcial e intolerante en muchas ocasiones. Estos
elementos de desestructuración han de ser superados, en aras a
conformar una sociedad interclasista.
La
historia se repite automáticamente en innumerables ocasiones y bajo
unas condiciones determinadas; los partidos políticos se creen
superiores al parlamento y a la ley, y el presente ciclo nos muestra
un proceso electoral que marca la inestabilidad política y social
del régimen actual, -evidentemente estoy escribiendo sobre el
proceso electoral de Andalucia- ya que nos puede servir de
referencia. También hemos de constatar la perdida de confianza en la
democracia y en sus instituciones, lo cual debería de encender todas
las alertas del sistema. Los principales problemas que han llevado a
la perdida de confianza del régimen son: la corrupción sistemica,
el proceso independentista de Cataluña, el frentismo que se deja
notar en derecha e izquierda, la crisis estructural del 2008, la
incertidumbre ciudadana frente a una Europa que ampara a las
oligarquías imperantes frente al resto de la población. Ante este
contexto es lógico un alineamiento a posiciones autoritarias y por
lo tanto la irrupción de partidos fascistas en las instituciones
democráticas. A partir de ahí, constatamos la repetición histórica
del periodo de entreguerras del siglo XX. Desde luego, no hemos
aprendido nada.
En
cuanto al mantenimiento del poder, de un determinado gobierno, cabe
destacar que su pretensión es legitima, -bajo los parámetros del
régimen actual- siempre y cuando su origen haya sido la voluntad del
“yo” soberano, es decir, el colectivo, pero este a través de las
nuevas tecnologías, a parte, de la oposición democrática en el
parlamento, ha de hacer oír su voz, y que este sea vinculante ante
una moción de censura, en la cual se cuestione la confianza en el
gobierno, de un miembro del gobierno o simplemente la linea política
de un determinado presidente, el cual si lo pierde habrá de convocar
nuevas elecciones, y de esta forma se ahondara más en la democracia.
Solo
el pragmatismo de la estructura y de la sociedad británica, pudo
entrever la mentira y la estafa que representa Europa y su plan de
desestructuración, de ahí se entiende su euroescepticismo y el
proceso de Brexit que tiene planteado. Pero ese pragmatismo le ha
evitado a lo largo de su historia, procesos revolucionarios, no
exentos de fuertes tensiones y enfrentamientos armados: entre Corona,
parlamento, jueces, etc., debiendo destacar en la larga evolución
del constitucionalismo británico, la inestabilidad política de 1648
a 1689. Más pese a todo ello o precisamente por ello, se ha
desarrollado legal e institucionalmente los órganos y derechos
actuales. El Brexit por lo tanto es la herramienta que Gran Bretaña
utiliza para preservar sus derechos y su forma de ser, pese a sus
problemas, que aún a pesar de todo mantiene en pie su dignidad, el
respeto por sí mismo, y que no quiere ser marioneta de la oligarquía
europea, como le ocurre a España y a otros países. Al plantear la
salida de Europa, este nos sirve de ejemplo para no seguir las lineas
de austeridad y los modos y costumbres usureras que representan las
oligarquías de Europa. Al marcharse del club de los usureros, cuya
única meta es empobrecernos, en aras a mantener y aumentar sus
cuantiosas fortunas, aunque solo sea a costa del resto de la
población, nos señala cual ha de ser la única opción posible
frente a la Europa de los mercaderes, que como ya hemos escrito en
otro artículo se haya en pleno declive, así como la hegemonía de
los Estados Unidos en pleno retroceso, y sin embargo, el nuevo orden
mundial lo representa China. Como ya dije anteriormente, una nueva
página se abre en la historia completamente en blanco. La anterior
ya no nos sirve. Lo que ayer fue, hoy no lo es, lo que hoy es, mañana
no lo sera.
El
Estado del Bienestar tiene su origen en el nuevo orden mundial que se
instauro tras la segunda guerra mundial, la cual transformaría el
orden establecido anteriormente, a nivel económico y social. La
crisis económica producida por el régimen liberal, ya no daba
respuestas a la transformación que se instauro tras la guerra, ni a
sus problemas sociales y fue así de esta forma como se impuso un
nuevo modelo social y económico en el cual nació el estado
intervencionista; ello supuso una concesión del modelo liberal, ya
que el fascismo había sido derrotado, tras ello, las grandes
organizaciones de trabajadores y los partidos políticos de
izquierdas moldearon el orden mundial, ya que la democracia era la
que había salido victoriosa de la guerra. De esta manera se
impusieron prestaciones sociales y una estructura económica que
habría de configurar, lo que se denomino “el estado del bienestar”
en lo social, y en lo político y económico “el estado social de
derecho”. Este fue el origen del modelo actual, que tras la crisis
estructural de 2008 no ha sabido responder a las exigencias
planteadas por los procesos históricos puestos en marcha, por la
falta de visión y una gran codicia y usura de la oligarquía; dicho
proceso no se ha detenido por la crisis, sino que esta la ha
activado. En estos momentos hay una gran ola que bajo la superficie,
lucha activamente contra el orden establecido, es una fuerza
trasversal que no sale en los periódicos, ni en televisiones, ni en
ningún medio de comunicación. Que no gustan de la publicidad ni el
dinero. Sus miembros aman demasiado su independencia.
No
nos dejemos llevar por las pasiones de un lado y otro; si en el
“otro” vemos al enemigo, al rival, o al diferente que tenemos que
abatir, dicha actitud no nos llevara a buen puerto, sino a una
situación de enconamiento y conflictividad difícil de solucionar.
Perder todos los derechos y conquistas políticas y sociales que
tanto nos costo conseguir. En un proceso así, no gana nadie, pero
perdemos todos. Llamo con estas palabras al pacto entre iguales;
llamo a la prudencia en nuestras palabras y actitudes, y ser
comedidos en los procesos electorales, ya que la imagen que se
transparenta es la de una clase política que ha perdido los papeles,
y esto provoca un distanciamiento entre el colectivo y la política.
No por ser un proceso electoral, justifica que perdamos las formas y
la educación. Este ambiente enrarecido, es un elemento más de
desestructuración; tenemos que conseguir ver en el “otro” a
alguien que nos puede aportar algo, por que toda ideología tiene
virtudes y falseamientos. Todos tienen sus puntos blancos y sus
negros. Eso no quiere decir, que no nos manifestemos pacifica y
ordenadamente, ya que uno de esos derechos en toda democracia, es el
derecho a la protesta, pero esta se ha de llevar a cabo respetando la
ley, tenemos que encontrar un punto de encuentro, donde todo el mundo
sin excepción, pueda defender sus legitimas aspiraciones, ver lo que
hay de bueno en toda fuerza política, y que cada uno defienda sus
programas. No contestemos a la violencia, con más violencia, al odio
con más odio, por que nos estaríamos metiendo en una espiral
difícil de salir. Urge pues un gran pacto nacional entre todas las
fuerzas políticas, sin excepción de nadie. Y si hay que reformar la
constitución de 1978 o operar algunas instituciones, seamos
valientes, y encaremos el reto y la posibilidad de formar juntos el
futuro, teniendo siempre en nuestro objetivo el bien de España y de
los españoles/as. Nuestras miras no han de ser cortoplazistas para
ver cuantos votos se saca en las próximas elecciones, ya que provoca
cierta indignación en la ciudadanía, cierto distanciamiento. Solo
mediante un pacto nacional, será posible alcanzar el futuro. ¿Estará
nuestra clase política a la altura? ¿O seguirán dándonos el
espectáculo de ver como se enfrentan los unos contra los otros,
dejando las formas y la educación a la puerta del parlamento?. Ellos
son los que han provocado la desestructuración de España y su
fragmentación actual. ¿Los que han provocado todos los problemas
estructurales que padecemos, serán los llamados a solucionarlo? Yo
lo dudo. ¿Y ustedes que opinan?
BIBLIOGRAFIA.
RECOMENDAMOS
-
El parlamento: Los grupos parlamentarios y juntas de portavoces. Autor: Mª Victoria García-Atange García . Profesora titular de derecho constitucional. Tema 18. F.G.
-
Il parlamento. Autores: Manzella, A. Il Mulino. Bolonia. 1977. Tema 18. F.G.
-
Grupi parlamentari. Enciclopedia del Diritto. Tomo XIX. Autor: Rescigno, G. V. 1977. F.G.
-
Estado de derecho y democracia de partidos. Autor: Torres del Moral, A. Servicio de publicaciones de la Facultad de Derecho. Universidad complutense de Madrid. 1991. F.G.
-
El sistema político británico. Tema 23. Autor: Cayetano Nuñez Rivero. Profesor titular de derecho constitucional.
-
Sistema político de Francia y Portugal. Autor: Cayetano Nuñez Rivero. Profesor titular de derecho constitucional. F.G.
Nota
de la herramienta. El autor nos dice a través del encono de los
procesos electorales, y del conflicto independentista, más los
resultados electorales en Andalucia, como estos son elementos
desestructuradores de un régimen ya agotado. El tema en sí aún no
se ha agotado. Han quedado muchas cosas en el tintero. El autor
plantea un pacto a nivel nacional y de estado, donde se recojan todos
los temas que verdaderamente importan a la ciudadanía. (Ej: Renta
Básica Universal y sin condiciones. Pensiones: las cuales han de ser
blindadas por la constitución de 1978. debate sobre la validez o no
de las autonomías. La superación del capitalismo. El impacto de la
robotización empresarial sobre los empleos y el estado del
bienestar. Fomento del cooperativismo como doctrina económica y
participación de beneficios, así como obligación de las empresas
capitalistas a adoptar el cooperativismo, como modelo de futuro.
Estudio de viabilidad de los cursos de formación ocupacionales y que
estos no sean obligatorios, si no que sean opcionales. Y que las
ayudas sociales no sean dependientes de si asistes a un curso o no. Y
que los cursos sigan siendo en el ámbito público, etc.).