viernes, 30 de noviembre de 2018

LA GRAN ESTAFA


LA GRAN ESTAFA

Por

RICHARD PACARD

El 15 de septiembre del año 2008 quebró Lenhman Brothers y con ello se inicio una crisis estructural que desbarato el sistema financiero, que a punto estuvo de acabar con el sistema capitalista. Es cierto, que el sistema capitalista sobrevive a base de crisis cíclicas, más lo ocurrido aquel 15-S del 2008 hizo temblar todo el edificio financiero a nivel internacional. Hasta ese momento todo el mundo creía que el capitalismo era la quinta esencia de la economía; aquella crisis demostró que toda la arquitectura financiera y macro-económica, así como toda la estructura política de Europa y Estados Unidos, pendían de un hilo. La presente crisis iniciada en 2008 no es una crisis coyuntural, una más de las que sufrió el capitalismo, es una crisis sistémica que hizo tambalear los cimientos en los que se hallan asentados todos los fundamentos de la presente civilización: El Capitalismo financiero e industrial. Con ello puso en duda muchos mitos de la posmodernidad. Uno de estos mitos es que se había llegado al fin de la historia, donde tanto el sistema capitalista como su aliado político el liberalismo, representaba el último estadio al que había llegado la humanidad, a partir de ahí, no habría más alternativas ni una supuesta anti-tesis, ya que la humanidad había llegado a su plenitud. Toda la super-estructura perdió la confianza del colectivo en sus instituciones. La historia nunca se cerrara mientras siga existiendo la humanidad, y esta pueda vivir para contarlo.

En realidad ese día fue la prueba material, de que cuanto más complejo sea un sistema, más posibilidades tiene de sufrir un colapso y cuanto más simples sean sus parámetros más capacidad de solución tendrán sus problemas. Las dos imágenes de esta crisis sistémica que simplifican el nuevo paradigma han sido: la primera la de los banqueros llevándose suculentas indemnizaciones, tras venirse abajo sus entidades, y la segunda la de las familias como dejan sus respectivas viviendas, hipotecadas y engañadas por aquellos que han provocado la presente crisis, abocadas sin remedio a la miseria. El libre mercado es el gran protagonista de la recesión del 2008, un libre mercado que ha creado como contravalores fundamentales: la competitividad, la codicia y la falta de escrúpulos a la hora de dejar en la calle a una familia. La presente crisis además de poseer motivaciones financieras densas, complejas e incomprensibles para el ciudadano medio, también se produce por una falta de valores morales y éticos, que vienen siendo el reforzamiento de toda sociedad civilizada.

Todos los que protagonizaron esta gran estafa despiadada, que sin ninguna duda representa el capitalismo financiero, han declarado que el mundo en el cual estamos inmersos es una inmensa mentira, y que estuvimos cerca de un colapso financiero mundial; los ciudadanos nunca han sido conscientes de lo cerca que estuvo el sistema capitalista de ser engullido por su propia avaricia. ¡Otra vez sera! Mientras tanto cabe destacar que el sistema financiero ha sido tocado de muerte. La gran paradoja es que el enemigo del capitalismo, no son los grupos u partidos de extrema derecha o izquierda, ya que ellos mismos son un producto del mismo sistema. El verdadero enemigo del capitalismo es el capitalismo mismo. Es tan absurdamente complejo que en su misma esencia se halla su autodestrucción. Para que este sobreviva necesitaría una antitesis, antaño la constituía la Unión Soviética, ya que le marcaba sus limitaciones, una vez fenecida esta, al no tener rival, el capitalismo es incapaz de ser consciente de sus limitaciones.

De momento, la única salida ha sido la promoción de políticas intervencionistas por parte de los estados, los cuales han rescatado a los bancos y grupos financieros; Estados Unidos estuvo plagado de nacionalizaciones, y en Europa Angela Merkel inicio una política de austeridad, recortes en lo social. Pero, esta historia ya la conocemos. Como siempre, los más vulnerables son los que pagamos los desperfectos que otros provocan. El sistema siempre rescata a los suyos.

La gran estafa consiste en mantenernos endeudados, para de esta forma tenernos sometidos, poseyendo de esta manera nuestras casas, nuestros automóviles, etc., naciones enteras están de esta forma hipotecadas. Como la deuda es impagable tanto para el ciudadano (a nivel particular) ya que aunque no tengamos una hipoteca, no estamos libres de la gran estafa, puesto que crean a su vez necesidades artificiales, dependientes siempre de la gran estructura. Esa vivienda, ese automóvil último modelo, su verdadero amo es el banco. De ahí que en un momento determinado sea el sector financiero, el que se constituye como grupo de presión sobre instituciones o incluso sobre el mismo estado. Nadie tiene tanto poder como el que maneja el sistema; los bancos son la base del sistema capitalista, por lo mismo, son los amos de la clase política y a través de ellos, también nosotros somos colaboradores necesarios de la gran estafa. Ya que participamos con nuestros actos en el mantenimiento de todo el complejo sistema económico. En fin, las victimas de la estafa, son colaboradores de los estafadores. ¡Que gran despropósito! Todos estamos sometidos a este despropósito, esta falta de lógica, nos lleva a carecer de pensamiento perceptivo.

Como el mercado libre se basa únicamente en la sacrosanta competencia, el desequilibrio se institucionaliza, la libertad de precios alienta la codicia y el egoísmo de empresas y individuos, la desigualdad comienza a ser la norma, la armonía en todos los sectores se rompe y finalmente aparece la conflictividad, la cual resquebraja la paz social; debido a la fragmentación de la sociedad en manos de depredadores (bancos, grupos financieros e hipotecarios, etc) aparece la crisis y de esta manera caemos en manos de los voraces hombres de negocios. Somos libres, pero solamente somos libres para endeudarnos y empobrecernos. El libre albedrío solo beneficia a los vampiros del mercado y el caos que se forma nos esclaviza. Esta crisis estructural del 2008 pone de manifiesto las taras del mercado, así como su fracaso como modelo económico a seguir. No urgen grandes reformas. Al capitalismo no se le reforma. Se le destruye.

Europa salvo de la hecatombe a media docena de países, a pesar de que la lógica obligaba a rescatar a los ciudadanos de sus respectivos estados, y por lo mismo a crear una política de regeneración social, económica y política, las autoridades europeos se dedicaron única y exclusivamente a rescatar a los bancos y a los grupos financieros, presionados tanto Europa como Estados Unidos por los grupos de poder que alentaron las políticas de austeridad, reformas estructurales de gran calado y desestructuración social, es decir, resquebrajar el sistema social de ayudas a los más vulnerables y si posible fuera acabar con el estado de bienestar. El único objetivo de la presente crisis sistémica, era configurar el mundo a imagen y semejanza de los contravalores capitalistas; al mismo tiempo el avance inexorable de los extremismos de toda condición, representan la imagen de una Europa resquebrajada, sin horizontes, sin proyecto, fragmentada, la cual no tardara en caer.

Mientras el sistema carece totalmente de capacidad regenerativa, por que si de algo hemos de estar seguros, es de la falta de lógica y de imaginación del capitalismo. Nuestra oligarquía no sabe nada más que inventarse modelos y sobreestructuras complejas para ganar/robar dinero. Toda esta crisis demostró el fracaso de un sistema económico y político, que en estos momentos esta llegando a su fin. La caída o el declive de Europa y el retroceso en el exterior de los Estados Unidos de América, así como el ascenso en el concierto internacional de China, prefiguran la decadencia y muerte de Occidente como referencia a nivel mundial. Cuando caiga Europa lo que se debería esperar es que no nos coja dentro del edificio y nos aplaste. España ha iniciado una salida en el presente contexto internacional, el cual sera referente hacía un sistema progresista en lo social y económico, más valiente ante los retos que indudablemente se avecinan; tiene España en estos momentos dos grandes lideres que representan la izquierda progresista, por un lado Pedro Sánchez (PSOE) por el otro Pablo Iglesias (Podemos). Espero que entre los dos conciten la esperanza de todos aquellos que son vulnerables. Los dos juntos representan todos los valores de una izquierda que vincule a todos aquellos que creemos en una democracia participativa, progresista y avanzada. Ellos por separado no tendrían la suficiente fuerza para establecer un sistema más justo, más solidario, más veraz, ya que los arrinconaría el mismo sistema. En estos momentos dichos timoneles están llamados a abrir las puertas del porvenir, aunque aún son dependientes de las élites europeas. Por que el tiempo se nos esta acabando. Y la gran catástrofe asoma ya en el horizonte. Ya se oye el ruido de la gran marea que asoma con su gran fuerza para arrasarlo todo. Y urge y pronto un cambio mundial.

BIBLIOGRAFIA: RECOMENDAMOS:
  • Recesión a lo grande. El 15-S de 2008 fue la versión moderna del “crash” del 29, y sus efectos persisten. Autor: Claudi Pérez. Negocios. Página 2-4. el País, domingo 9 de Septiembre de 2018.
  • Biografía de Claudi Pérez. Claudi Pérez (Reus, Tarragona, 1972). Licenciado en Económicas (Universidad Pompeu Fabra). Ha trabajado en El Periódico de Catalunya, Expansión y EL PAÍS, Barcelona y en Madrid, siguiendo temas de economía internacional, reuniones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del (G-8), y en los últimos tiempos la inacabable crisis financiera, convertida en interminable crisis del euro. Actualmente es corresponsal en Bruselas.
  • Fuente de la Biografía de Claudi Pérez. El PAÍS INTERNACIONAL.

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