viernes, 21 de diciembre de 2018

LOS FUNDAMENTOS DE LA DESTRUCTURACIÓN

LOS FUNDAMENTOS DE LA DESESTRUCTURACIÓN

Por

RICHARD PACARD


Todo poder legalmente constituido -incluido todo régimen o sistema político- procede por su misma naturaleza, conformando una legislación que ampare sus derechos, que políticamente tratan de reforzar construyendo algunos privilegios frente a los ataques de la población a la que dicen representar, de dicha forma pueden verse inmunes a ciertos delitos en el desarrollo de sus actividades públicas, de ahí se deriva el hecho de la facilidad con la que incurren en la corrupción en todos los ámbitos de la administración pública. A parte, de algunos privilegios que ostentan aquellos que dicen velar por el bien común y la justicia. A ellos especialmente se les aplica una cotización para cobrar una jubilación de cuatro años -lo que dura una legislatura-, mientras al resto de la población se les exige que tengan cotizados de 15 a 25 años. Y ello representa un agravio comparativo, ademas de otras prebendas y salarios. Todo sistema, toda estructura de poder, todo gobierno, siempre elaborara leyes que proteja a la clase dirigente de la nación y los inmunice de las injusticias o los errores que puedan cometer en el desarrollo de su mandato. No se dan cuenta y el colectivo no es consciente, que el dinero con que juegan son derivados de los impuestos que pagamos, por lo que el verdadero titular de ese capital es el colectivo. Ellos son solamente meros administradores de la riqueza que nosotros creamos. Aquel que va en contra de nuestros intereses, necesidades y derechos, constituye un delito, ya que va en contra de la nación, va en contra de la comunidad nacional, ya sea en delitos económicos y políticos o de cualquier otra naturaleza que así lo estipule la legislación. En nuestro caso la comunidad nacional: ESPAÑA. Y España a la que muchos dicen defender, -de una manera muy curiosa-, a esa España que todos amamos, esos son los que han promovido en el pasado políticas de austeridad y recortes sociales, desahucios, etc. parapetados en antiguos privilegios de clase, son estas las declaraciones en los medios de comunicación de Pablo Iglesias, es el sentir de todos los miembros de podemos, es el sentir de una gran mayoría de ciudadanos. Y la razón les asiste. Pero todos sabemos también, que a veces la razón no es la que triunfa en la vida.

El núcleo del problema que nos aqueja, es que aún vivimos anclados en una sociedad, cuyos parámetros y estructuras son de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Mentalmente nuestra sociedad aún se haya bloqueada por cuestiones históricas, vivimos en el pasado, y ese pasado -no solo a nivel nacional si no a nivel mundial- sigue hipotecando nuestro presente y nuestro futuro. Mostrándonos como el sistema imperante es el más interesado en que las cosas sigan así. Ya que de esa forma siguen amparados en sus viejos privilegios y prebendas. Todo sistema político debe para sobrevivir conformar a la sociedad a su imagen y semejanza, para así dominar, pues de otra manera podría existir la posibilidad (el colectivo) de desarrollar un espíritu crítico, que cuestionara los principios y la legislación del sistema e invertir el mismo, de modo y manera que el colectivo conquistara el poder político, y a partir de ahí la limitación y el control de la legislación o subvertir las normas y los mismos fundamentos, los cuales son el núcleo de todo sistema. Si el colectivo es incapaz -en la actualidad- de aplicar esto que escribo, es por falta de información y la falta de cultura política, base principal para no dejarse engañar por toda clase de estructura de poder.

En el día de hoy existe una gran confusión, ya que tenemos una saturación de información, la mayoría de las veces de contenido parcial, que llega a desestructurar la personalidad del individuo, con el objetivo de acabar con la conciencia social. Es una de las armas que tiene el sistema para imponer la fragmentación, y anular de forma disuasoria toda manera de cooperación. Lo que le interesa al sistema es la competencia, promoviendo en algunos casos la indiferencia, el aislacionismo, la lucha sectorial de unos contra otros, no sintiéndonos solidarios con el “otro”, y ahí precisamente esta nuestra debilidad. Ahora precisamente, es más necesario que nunca, el interrogarse acerca del lugar que ocupamos en una sociedad atomizada y desestructurada.

Es la hegemonía del partido como organización la que prevalece sobre el parlamento, sin embargo, Manzello dice que se ha llegado a la parlamentarización de los mismos, y yo soy de la opinión que el parlamento y el partido viven en una constante simbiosis, ya que el partido dirige la linea política general del mismo, observándose una interacción entre el partido y el grupo parlamentario. El partido como organización de masas, es un ente orgánico y bien estructurado en la cual prevalece el valor de la disciplina interna, pero ello no impide denostar a la organización como desestructuradora de la sociedad en la cual vive, ya que vivimos en un régimen democrático, donde conviven muchos partidos políticos (multipartidismo) o como muchos politologos denominan “Partitocracia”. Esto en cuanto a las virtudes del partido, más como este se haya bien estructurado, es el creador de un estado de opinión entre la ciudadanía, que sea favorable a sus intereses, y conseguir el voto favorable a su representación en el parlamento. Pero puesto que es una estructura de poder, cuya única misión es alcanzar constituir gobierno, y mantenerlo el máximo tiempo posible, tiene unas connotaciones negativas que lo convierten en un grupo de presión, puesto que defiende a una determinada clase social, y por lo mismo excluyente, parcial e intolerante en muchas ocasiones. Estos elementos de desestructuración han de ser superados, en aras a conformar una sociedad interclasista.

La historia se repite automáticamente en innumerables ocasiones y bajo unas condiciones determinadas; los partidos políticos se creen superiores al parlamento y a la ley, y el presente ciclo nos muestra un proceso electoral que marca la inestabilidad política y social del régimen actual, -evidentemente estoy escribiendo sobre el proceso electoral de Andalucia- ya que nos puede servir de referencia. También hemos de constatar la perdida de confianza en la democracia y en sus instituciones, lo cual debería de encender todas las alertas del sistema. Los principales problemas que han llevado a la perdida de confianza del régimen son: la corrupción sistemica, el proceso independentista de Cataluña, el frentismo que se deja notar en derecha e izquierda, la crisis estructural del 2008, la incertidumbre ciudadana frente a una Europa que ampara a las oligarquías imperantes frente al resto de la población. Ante este contexto es lógico un alineamiento a posiciones autoritarias y por lo tanto la irrupción de partidos fascistas en las instituciones democráticas. A partir de ahí, constatamos la repetición histórica del periodo de entreguerras del siglo XX. Desde luego, no hemos aprendido nada.

En cuanto al mantenimiento del poder, de un determinado gobierno, cabe destacar que su pretensión es legitima, -bajo los parámetros del régimen actual- siempre y cuando su origen haya sido la voluntad del “yo” soberano, es decir, el colectivo, pero este a través de las nuevas tecnologías, a parte, de la oposición democrática en el parlamento, ha de hacer oír su voz, y que este sea vinculante ante una moción de censura, en la cual se cuestione la confianza en el gobierno, de un miembro del gobierno o simplemente la linea política de un determinado presidente, el cual si lo pierde habrá de convocar nuevas elecciones, y de esta forma se ahondara más en la democracia.

Solo el pragmatismo de la estructura y de la sociedad británica, pudo entrever la mentira y la estafa que representa Europa y su plan de desestructuración, de ahí se entiende su euroescepticismo y el proceso de Brexit que tiene planteado. Pero ese pragmatismo le ha evitado a lo largo de su historia, procesos revolucionarios, no exentos de fuertes tensiones y enfrentamientos armados: entre Corona, parlamento, jueces, etc., debiendo destacar en la larga evolución del constitucionalismo británico, la inestabilidad política de 1648 a 1689. Más pese a todo ello o precisamente por ello, se ha desarrollado legal e institucionalmente los órganos y derechos actuales. El Brexit por lo tanto es la herramienta que Gran Bretaña utiliza para preservar sus derechos y su forma de ser, pese a sus problemas, que aún a pesar de todo mantiene en pie su dignidad, el respeto por sí mismo, y que no quiere ser marioneta de la oligarquía europea, como le ocurre a España y a otros países. Al plantear la salida de Europa, este nos sirve de ejemplo para no seguir las lineas de austeridad y los modos y costumbres usureras que representan las oligarquías de Europa. Al marcharse del club de los usureros, cuya única meta es empobrecernos, en aras a mantener y aumentar sus cuantiosas fortunas, aunque solo sea a costa del resto de la población, nos señala cual ha de ser la única opción posible frente a la Europa de los mercaderes, que como ya hemos escrito en otro artículo se haya en pleno declive, así como la hegemonía de los Estados Unidos en pleno retroceso, y sin embargo, el nuevo orden mundial lo representa China. Como ya dije anteriormente, una nueva página se abre en la historia completamente en blanco. La anterior ya no nos sirve. Lo que ayer fue, hoy no lo es, lo que hoy es, mañana no lo sera.

El Estado del Bienestar tiene su origen en el nuevo orden mundial que se instauro tras la segunda guerra mundial, la cual transformaría el orden establecido anteriormente, a nivel económico y social. La crisis económica producida por el régimen liberal, ya no daba respuestas a la transformación que se instauro tras la guerra, ni a sus problemas sociales y fue así de esta forma como se impuso un nuevo modelo social y económico en el cual nació el estado intervencionista; ello supuso una concesión del modelo liberal, ya que el fascismo había sido derrotado, tras ello, las grandes organizaciones de trabajadores y los partidos políticos de izquierdas moldearon el orden mundial, ya que la democracia era la que había salido victoriosa de la guerra. De esta manera se impusieron prestaciones sociales y una estructura económica que habría de configurar, lo que se denomino “el estado del bienestar” en lo social, y en lo político y económico “el estado social de derecho”. Este fue el origen del modelo actual, que tras la crisis estructural de 2008 no ha sabido responder a las exigencias planteadas por los procesos históricos puestos en marcha, por la falta de visión y una gran codicia y usura de la oligarquía; dicho proceso no se ha detenido por la crisis, sino que esta la ha activado. En estos momentos hay una gran ola que bajo la superficie, lucha activamente contra el orden establecido, es una fuerza trasversal que no sale en los periódicos, ni en televisiones, ni en ningún medio de comunicación. Que no gustan de la publicidad ni el dinero. Sus miembros aman demasiado su independencia.

No nos dejemos llevar por las pasiones de un lado y otro; si en el “otro” vemos al enemigo, al rival, o al diferente que tenemos que abatir, dicha actitud no nos llevara a buen puerto, sino a una situación de enconamiento y conflictividad difícil de solucionar. Perder todos los derechos y conquistas políticas y sociales que tanto nos costo conseguir. En un proceso así, no gana nadie, pero perdemos todos. Llamo con estas palabras al pacto entre iguales; llamo a la prudencia en nuestras palabras y actitudes, y ser comedidos en los procesos electorales, ya que la imagen que se transparenta es la de una clase política que ha perdido los papeles, y esto provoca un distanciamiento entre el colectivo y la política. No por ser un proceso electoral, justifica que perdamos las formas y la educación. Este ambiente enrarecido, es un elemento más de desestructuración; tenemos que conseguir ver en el “otro” a alguien que nos puede aportar algo, por que toda ideología tiene virtudes y falseamientos. Todos tienen sus puntos blancos y sus negros. Eso no quiere decir, que no nos manifestemos pacifica y ordenadamente, ya que uno de esos derechos en toda democracia, es el derecho a la protesta, pero esta se ha de llevar a cabo respetando la ley, tenemos que encontrar un punto de encuentro, donde todo el mundo sin excepción, pueda defender sus legitimas aspiraciones, ver lo que hay de bueno en toda fuerza política, y que cada uno defienda sus programas. No contestemos a la violencia, con más violencia, al odio con más odio, por que nos estaríamos metiendo en una espiral difícil de salir. Urge pues un gran pacto nacional entre todas las fuerzas políticas, sin excepción de nadie. Y si hay que reformar la constitución de 1978 o operar algunas instituciones, seamos valientes, y encaremos el reto y la posibilidad de formar juntos el futuro, teniendo siempre en nuestro objetivo el bien de España y de los españoles/as. Nuestras miras no han de ser cortoplazistas para ver cuantos votos se saca en las próximas elecciones, ya que provoca cierta indignación en la ciudadanía, cierto distanciamiento. Solo mediante un pacto nacional, será posible alcanzar el futuro. ¿Estará nuestra clase política a la altura? ¿O seguirán dándonos el espectáculo de ver como se enfrentan los unos contra los otros, dejando las formas y la educación a la puerta del parlamento?. Ellos son los que han provocado la desestructuración de España y su fragmentación actual. ¿Los que han provocado todos los problemas estructurales que padecemos, serán los llamados a solucionarlo? Yo lo dudo. ¿Y ustedes que opinan?

BIBLIOGRAFIA. RECOMENDAMOS

  1. El parlamento: Los grupos parlamentarios y juntas de portavoces. Autor: Mª Victoria García-Atange García . Profesora titular de derecho constitucional. Tema 18. F.G.
  2. Il parlamento. Autores: Manzella, A. Il Mulino. Bolonia. 1977. Tema 18. F.G.
  3. Grupi parlamentari. Enciclopedia del Diritto. Tomo XIX. Autor: Rescigno, G. V. 1977. F.G.
  4. Estado de derecho y democracia de partidos. Autor: Torres del Moral, A. Servicio de publicaciones de la Facultad de Derecho. Universidad complutense de Madrid. 1991. F.G.
  5. El sistema político británico. Tema 23. Autor: Cayetano Nuñez Rivero. Profesor titular de derecho constitucional.
  6. Sistema político de Francia y Portugal. Autor: Cayetano Nuñez Rivero. Profesor titular de derecho constitucional. F.G.


Nota de la herramienta. El autor nos dice a través del encono de los procesos electorales, y del conflicto independentista, más los resultados electorales en Andalucia, como estos son elementos desestructuradores de un régimen ya agotado. El tema en sí aún no se ha agotado. Han quedado muchas cosas en el tintero. El autor plantea un pacto a nivel nacional y de estado, donde se recojan todos los temas que verdaderamente importan a la ciudadanía. (Ej: Renta Básica Universal y sin condiciones. Pensiones: las cuales han de ser blindadas por la constitución de 1978. debate sobre la validez o no de las autonomías. La superación del capitalismo. El impacto de la robotización empresarial sobre los empleos y el estado del bienestar. Fomento del cooperativismo como doctrina económica y participación de beneficios, así como obligación de las empresas capitalistas a adoptar el cooperativismo, como modelo de futuro. Estudio de viabilidad de los cursos de formación ocupacionales y que estos no sean obligatorios, si no que sean opcionales. Y que las ayudas sociales no sean dependientes de si asistes a un curso o no. Y que los cursos sigan siendo en el ámbito público, etc.).