viernes, 16 de agosto de 2019

INTERMEDIARIOS DEL DESAMOR


INTERMEDIARIOS DEL DESAMOR
Por
REI

Que bonito sería levantarnos por la mañana, con la única preocupación de recoger lo que el mundo nos regala todos los días, y disfrutar de la compañía de los nuestros, sin más. “

Parece que hoy en día el mundo ya no nos aporta lo suficiente para vivir felizmente, y necesitamos trabajar para mantener una subsistencia cada vez más burocratizada, por sociedades modernas e inquisidoras en una dirección antinatura. Aquellas sociedades primigenias, en donde la única preocupación diaria era el aprovisionamiento de alimentos, para la manutención del grupo, son relegadas a materia televisiva, para el entretenimiento de sociedades avanzadas, en la dirección contraria a este tipo de elementos. Mientras, el aislamiento geográfico de estas sociedades las ha mantenido puras durante miles de años; hoy por hoy, se ven desplazadas, tanto físicamente como culturalmente, a un plano que las pone en peligro de extinción. Los intereses económicos de las sociedades avanzadas, occidentales y orientales, eliminan de manera sistemática estos elementos para un desarrollo económico de estados cada vez más dependientes, tanto de materias primas, como de un sistema de consumo de las mismas.

Entiendo que el respeto hacia el medio natural de las sociedades primigenias se hace palpable por su conservación durante miles de años, respeto que forma parte fundamental en el amor hacia todo lo que nos rodea. Sociedades antiguas pero desorientadas hacia este respeto, han sido convertidas en vestigios estructurales, consumidos por la propia naturaleza, que un día les sirvió para desarrollarse fuera de un cauce amoroso. Sociedades precolombinas, mediterráneas y orientales, que han sido irrespetuosas, ya no sólo personas, sino también con sus medios de subsistencia, han caído como moscas a lo largo de los tiempos de manera sistemática. Hoy en día son fuente de ingresos turísticos de los estados en los que se enclavan estos vestigios. Sin embargo, las sociedades primigenias, se conservan en la medida que no manipulamos su cultura, ni sus medios de vida. La perdurabilidad de estas sociedades me hace pensar en los errores cometidos; de otro tipo de sociedades que se levantaron como torres de Babel, y cayeron como árboles talados por su base, en una selva cada vez más necesitada por ellas mismas.

Cuando una materia prima, se utiliza fuera de su entorno, necesita de unos intermediarios que amortiguan la demanda de otros lugares, que ya han sido esquilmados por una incultura del desamor, y que convierte a sus elementos en depredadores de otras culturas, que todavía conservan sus estándares de vida originales. Estos intermediarios no sólo lo son de materiales, sino también de su desapego por los mismos, ya que la visión que tienen de ellos es meramente material.

Un gran fallo de las sociedades materialistas es expandir cada vez más su radio de acción para su sustento, por que ya no les vale con levantarse por la mañana y recoger lo que el mundo les regala a su alrededor. Necesitan globalizar cada vez más sus necesidades, para seguir fomentando su productividad, has que los desplazamientos, a su su centro neurálgico, sean inviables energéticamente. Por eso, en sociedades primigenias, el desplazamiento lo hacen ellas mismas, dejando a barbecho lugares que han utilizado, y asentándose en nuevos emplazamientos vírgenes de actividad humana. De esta manera el grado de regeneración se hace sostenible, ya que los círculos de dependencia de las diferentes especies, no se han roto, y se simbiotizan llegando a un punto de equilibrio entre ellas. Si se acaba eliminando algún eslabón de la cadena, el enlace entre los mismos desaparece y el movimiento interespecífico se ve interrumpido, creando un hueco difícil de solventar. De igual manera si se introduce alguna especie foránea en un hábitat, el desequilibrio producida por esta, produce un efecto cascada hasta consecuencias inimaginables. Por esto es muy importante que los intermediarios del desamor no consigan prolongar su labor de destrucción de la mano que nos da de comer.

Ya no sólo la eliminación de elementos autóctonos, sino la introducción de elementos foráneos en un medio, pone en grave riesgo los sistemas de vida de los mismos, de los cuales el hombre es dependiente y responsable de los mismos.

Veamos pues nuestro trabajo diario, que va enfocado a todo lo contrario. Importación y exportación de todas las materias primas, y alimentos posibles a nivel económico, con el consiguiente gasto laboral y energético, que esto implica. El factor riesgo de desequilibrio de todos los círculos de subsistencia. La modificación cultural primigénea de todos los territorios afectados, por su actividad.

¿Hacia dónde nos dirigimos?

Creo que nuestro rumbo es hacia un campo de batalla, en donde nuestro enemigo, es precisamente nuestro amigo más poderoso, la vida misma. Es una batalla perdida de antemano, ya que nuestro poder de manipulación está supeditado a fuerzas naturales, con mayor influjo de reestructuración biológica.

El humano moderno se ve condicionado por una protocolización de todos sus movimientos, ya que la manutención de los mismos no se hace de manera directa con el medio natural, y de ahí surgen los intermediarios que dirigen sus actos hacia un desamor terrenal. Todos los trabajos están condicionados en mayor o menor medida por unos intermediarios, que son los que deciden si sí o si no al día siguiente. Se hacen dueños y señores de todas las vidas que respiran en este mundo y así, levantando el pulgar, hacia arriba o hacia abajo, otorgan la existencia o no por decreto ley de todos los individuos que aquí vivimos. Nuestras vidas sólo valen el trabajo que realizamos para estés benefactores de la indolencia. Utilizan nuestras labores como moneda de cambio para seguir sobreviviendo, ya que sus propagandas basadas en el miedo, nos cercan con alambres de espino y se nos hace imposible ser libres en un mundo creado para nuestro disfrute y gozo.

Todo humano debería ser libre de utilizar lo que el mundo nos ofrece, de manera respetuosa para su propio sustento, y no ser obligado económicamente a construir lo que algunos denominamos sueños de ámbito egocentrista. Somos el reflejo de lo que creamos. Gallinas enjauladas en una nave, privadas de su función vital, con el único fin de poner huevos para el sustento de los sueños de otros. Pensando que el pienso, lo regalan para nuestra comodidad y esta nos hace seres disfuncionales en nuestro arraigo creacional. Todos los problemas tanto físicos como emocionales, que acarrean nuestro encarcelamiento, son expuestos en la materia propagandística, difundida por los granjeros para amedrantamiento de las masas. Nos hacen ver como si los mismos fueran fruto de la casualidad, o que fuéramos incontrolable a nuestra propia responsabilidad.
La oscuridad que envuelve nuestra existencia, no nos deja ver más allá de donde picoteamos nuestro pienso diario. La luz está ahí, pero nuestras cabezas están bajas, escudriñando en nuestro habitáculo, en busca de algún grano que nos haga seguir con nuestro sufrimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario