martes, 25 de abril de 2017

DE CÓMO EL CRECIMIENTO ES CAUSA DE ESTANCAMIENTO Y PETRIFICACION

Por Richard Pacard
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Todo proceso de crecimiento y progreso económico tiende a una igualación que lo hace permeable hacia una desigualdad también creciente, cuanto más se crezca más desigual será la sociedad, más brecha se abrirá entre ricos y pobres, ya que todo progreso material se basa en necesidades artificiales. Por ello cuando la economía sufre un periodo a la alza, se genera una subida incontrolada de precios, algunos productos comienzan a subir, llevado el mercado por su egocentrismo de aprovechar los periodos de alza para enriquecerse y maximizar los beneficios, ello nos vuelve más engreídos y vanidosos en el plano moral, más satisfechos de nosotros mismos, más confiados de las posibilidades que se abren hacia nosotros. Más este proceso es engañoso y en suma artificial, pronto se abre una gran inflación llevados por el deseo de enriquecimiento individual. Todo parece ir bien, y he aquí que confiados abrimos nuevos negocios, centrando nuestra actividad en la compra y en la venta de todo producto que se nos ponga a nuestro alcance. 
Se instala en la sociedad una percepción incontrolada por el consumismo, llevados por el espejismo del crecimiento generalizado, hay más confianza por un progreso material que parece imparable, se instaura en el individuo la compulsión por adquirir cualquier producto que le oferta el mercado, en una frenética irresponsabilidad económica deficiente, aunque nuestra percepción nos hace entrever que todo lo que se oferta debe ser nuestro. En el proceso de este sin sentido imperante, en la fiebre por adquirirlo todo somos capaces de dejar todos nuestros recursos, es entonces cuando recurrimos al crédito, con lo cual caemos en los usureros (Bancos y grupos financieros) que nos cobran comisiones por el dinero que solicitamos, y es de esta manera como las familias se endeudan. Es entonces cuando aparece el estancamiento, no se crece, pero de momento sigue existiendo una cierta actividad económica llevados por el oleaje de la crecida anterior, la economía se mantiene por el flujo anterior, -es entonces- cuando comienza a decrecer y a ir a la baja, en la actividad anterior se experimenta un proceso a la baja, comienza la crisis, al mismo tiempo que se resiente toda actividad, las familias endeudadas son incapaces de pagar las obligaciones contraídas con los usureros y prestamistas, los cuales se echan sobre nosotros en un afán de codicia y avaricia incontroladas, nuestra ruina supone su enriquecimiento y nuestras propiedades y dinero pasan a sus manos. 
 A toda acción y movimiento al alza, debe esperarse una reacción a la baja, el gasto desmedido e incontrolado, el endeudarse hasta el final nos lleva siempre a la crisis; el crecimiento es solamente aparente, una especie de espejismo, que solamente beneficia a la macroeconomía, dejando en la ruina al resto de la población. Llevados por la crisis aparece la desigualdad donde todo espejismo desaparece, y vemos que los ricos siguen siendo más ricos y los pobres más pobres y con menos poder adquisitivo, los precios vuelven a crecer, los salarios comienzan a decrecer, muchas pequeñas empresas que aparecieron en el ciclo de crecimiento comienzan a desaparecer, fueron proyectos y negocios coyunturales sin una base real, llevados por la ilusión y la confianza en el crecimiento y desarrollo económico, solo las grandes estructuras pueden sobrellevar el maremoto incontenible de la crisis financiera. El crecimiento en el orden capitalista es siempre inconstante y lleva en su génesis el fin de toda estructura de bienestar, genera ruina, desigualdad, incertidumbre y crisis. Todo ello se halla en la naturaleza del capitalismo, el cual es el orden económico que siempre defenderá los intereses y el crecimiento de los más ricos y poderosos, frente al resto de la sociedad. 
Las estructuras macroeconómicas son enemigas acérrimas de la microeconomía, absorben todo el capital que debería fluir por la sociedad, como la sangre por el organismo, robando el dinero que debería estar en manos de los ciudadanos para sus arcas y depósitos, por ello todo el capital y los beneficios dinerarios están en manos de muy pocos y la pobreza se extiende cual una plaga bíblica. 
El problema clave de todo esto es que no existe una reacción por parte de la sociedad a la cual arruinan, ya que dicha sociedad se ha aburguesado, de tal manera que casi toda la población es de clase media, y esta clase suele ser cobarde ante un movimiento o una reacción revolucionaria, les interesa como toda burguesía, mantener el orden público y todo principio de autoridad, no gusta de cambios profundos y sistémicos, sino más bien proceder a reformas en el sistema. Es la clase media portadora de una economía a nivel acomodada u opulenta, que mira más por lo individual que por lo colectivo. No les interesa el Estado de Bienestar, a no ser que sirva para defender sus intereses monetarios. Las cuestiones sociales le son ajenas. Lo único que les interesa es su bien individual, y que el sistema imperante siga proporcionándole el orden constituido preciso para el mantenimiento de su pequeña fortuna. 
La solución a toda esta problemática seria apoyar una política de nivelación social, tendente a reconocer en un mismo plano a las clases sociales, expropiar las propiedades o negocios de la clase media y alta, siempre y cuando exista un motivo de interés social o colectivo, habrá que ir hacia un equilibrio interclasista, que modere al máximo las fortunas desmesuradas y limitadoras del verdadero desarrollo social, e imponer medidas para la limitación de los beneficios empresariales. Los que provocaron la crisis serán los que paguen las consecuencias de la misma. Ya que el capitalismo produce la igualación de distribución de la riqueza por arriba y el factor de alienación por abajo, habría que crear medidas para imponer una política de distribución de la misma riqueza para beneficio de las víctimas del desastre financiero. Es un deber y una obligación moral de Justicia Social. 

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