lunes, 23 de abril de 2018

CONFORMACIÓN IDEOLÓGICA Y ESTRUCTURAL. CAUSAS Y CONSECUENCIAS

CONFORMACION IDEOLOGICA Y ESTRUCTURAL DEL CAPITALISMO. CAUSAS Y CONSECUENCIAS. Por RICHARD PACARD Todo proceso ideológico es un proceso religioso en cuanto eleva al individuo hacia lo abstracto y subjetivo, ya que la religión en si misma tiene como único objetivo la inclusión del individuo en lo colectivo; cuando un individuo comete un delito, o un pecado no lo comete él solo, como tal ciudadano de una sociedad, si no que lo ha cometido la misma sociedad. La misma existencia de la criminalidad se produce en base a la fragmentación y la atomización de una determinada sociedad. La mayoría de la delincuencia tiene su origen en la falta de recursos económicos y en la pésima distribución de la riqueza. Se ha dicho por algunos idealistas que la sociedad es mala y el individuo es bueno, pero dicho adagio es falso y falto en sí mismo de toda lógica. La sociedad está formada por individuos, luego si la sociedad es mala es por qué los individuos también lo son. De todas maneras la religión cumple una misión, aún siendo una estructura de poder, ya que actúa como un contrapeso que limita las acciones irracionales del individuo, frena los excesos inmorales y conforma una conciencia colectiva. De algún modo los ritos y los cultos sirven para que el pueblo desarrolle la conciencia de que existe una autoridad, un orden, una forma de ser y de estar dentro del grupo. El capitalismo es un sistema económico que basa su existencia en la satisfacción de las necesidades cotidianas con ánimo de lucro; más estos han sido insuficientes para saciar la codicia de las empresas. No cabe ninguna duda que tal sistema posee una única ideología, la cual es el monetarismo, y ello ha conformado un estilo de vida. Y esto ha diseñado a su vez unos contravalores. En primer lugar el capitalismo odia a toda religión por qué la ve como un contrapeso a su poder, como una fortaleza contra sus objetivos monetarios. Le molesta la conformación de un esquema ético y moral que sirve de limitación a su avaricia y codicia. Por otro lado, la percibe como un competidor peligroso, por qué por encima de su poder se alza un mito que aún no ha podido deshacerse de él: Dios. Y su prolongación en el tiempo le ha obligado a aprender a convivir con él. Una idea-fuerza molesta y un Dios que no deja de predicar la bondad intrinsica y filosófica de la pobreza y del pobre. Por qué en sí misma tal idea-fuerza lleva implícita el pecado de apoderarse de toda la riqueza de la tierra, acaparándola una minoría. Y esto produce a su vez una mala conciencia en esa minoría. Para el capitalismo el cristianismo es la base suministradora a lo largo de la historia, del potencial implícito de las revoluciones. El mismo cristianismo supuso una revolución en sí mismo y rompió el esquema moral del paganismo y del mundo antiguo. Ya nada sería igual. Roma cayó subyugada ante el mensaje de amor al prójimo y justicia social predicada por Cristo. Hasta el capitalismo ha tenido que rendirse ante él y tener que convivir y soportar su carga durante siglos. El sacrificio cruento en la cruz ha triunfado y aún perdura. Su influencia en la historia ha sido y sigue siendo inconmovible. Cuando escribo sobre el cristianismo no hablo de ninguna organización ni estructura, no se habla de una determinada iglesia, me refiero al cristianismo puro, autentico, al cristianismo del siglo I. De los orígenes del cristianismo primitivo. Cuando no había más jerarquía que Pedro, pero una jerarquía que se legitimaba en la conciencia, en su autoridad moral de haber sido investido por el mismo Jesús de Nazaret. El catolicismo no es más que una rama del árbol primigenio del cristianismo, adultero la imagen de Jesús y traiciono el mensaje de Cristo al convertirse en una estructura de poder religioso y político. La paradoja ha sido que siendo el capitalismo anti-religioso hubiese sido creado por un esquema de valores calvinista, pre-determinista y sectario. Corrompiendo por lo mismo la misma imagen de Dios en la tierra. El capitalismo y el cristianismo católico convivieron juntos por qué tenían su base en el cristianismo de Jesús y sus doce apóstoles, los dos juntos –sin embargo- tenían más en común de lo que parecía. Eran dos ramas del tronco común, pero corrompidos por el poder y el dinero. De ahí que el catolicismo siempre está al lado del poder establecido, cuando debería ser al revés. Al lado siempre del marginado y del desesperado. Un contrapoder contra el poder. El capitalismo es un totalitarismo como lo había sido el fascismo en los años treinta, de hecho el fascismo es una consecuencia histórica del mismo sistema. Así mismo dio el poder a los grandes capitales y conformo el capital como factor decisorio de la economía. Creo un contrapoder autónomo (empresas) el cual se apropio de los medios de producción, conquistando la disponibilidad de la propiedad. Esto le supuso la monopolización del mercado y por ello la libertad sin cortapisas ni limitaciones por parte del estado. El estado solo intervendría para salvaguardar los intereses multinacionales de las oligarquías. Hicieron del progreso indefinido y tecnocrático su bandera; configuro un derecho y una justicia que conformaría las pautas, por las cuales la administración seguiría unas determinadas reglas. A partir de ahí estableció como norma fundamental el trabajo libre, el cual consistiría en que los trabajadores se ofrecen con libertad, en lo formal, acuciados en realidad por el látigo de la pobreza y del hambre, imponiendo los capitalistas salarios al nivel de la subsistencia, así como las condiciones en las que se llevara a cabo una determinada actividad laboral. Conformara de hecho una ideología comercial que tendera a englobar la fabricación exclusiva de las necesidades, en un sentido mercantil y de rentabilidad, inculcando en las mentes de los individuos dicha forma de pensar, por otro lado, llevados por su afán de lucro, por su fanatismo monetarista, expreso su riqueza en valores transferibles y descubrió que podría especular con el dinero y crear infinitamente más dinero, en el paroxismo del egocentrismo y codicia. De hecho las grandes élites que manejan el sistema son gente sin ninguna creencia ni ideología, faltos totalmente de empatía. Por encima de todo sistema en el desarrollo de una tesis de pensamiento capitalista: el monetarismo. Sobresale la antítesis que ha de revelarse como alternativa a las élites dominantes. En la década de 1920 sobresalió la escuela de Frankfurt, con una nueva sociología y un nuevo método de pensamiento, que englobaba a una serie de pensadores: Horkeimer, Teodor Adorno, Walter Benjamin, Erich Fromm y Herbert Marcuse. Que influirían considerablemente en los estudios sobre filosofía y ciencias sociales. Aunque se basaban en las teorías marxistas, lo utilizaban selectivamente, sobre todo en aquellas categorías más abandonadas por las teorías de Marx. En realidad trataban de fusionar las teorías de Marx y de Freud. Tras la primera guerra mundial, la democracia liberal entro en una profunda crisis que debería transformar a la sociedad y al estado en muchos ámbitos. En 1918 se produciría una gran recesión económica, aunque de manera desigual según los países; en el medio de este contexto estallo lo que se ha dado en llamar “La Gran depresión de 1929”, la cual sumergió al sistema liberal en un gran terremoto sin paralelo en épocas anteriores. Fue entonces cuando el estado liberal tuvo que intervenir para salvaguardar la misma existencia del capitalismo y de la democracia liberal, es decir, el estado rescato a la oligarquía. A partir de ahí la inestabilidad económica provoco grandes tensiones sociales, que ya venían dándose desde el siglo XIX, las cuales se intensifican tras la primera guerra mundial. A principios del siglo XX, en 1917 estalla la revolución rusa, abriendo una puerta de esperanza a la redención del proletariado a nivel mundial. Tras esto el sistema contesto con una gran represión sin precedentes contra el movimiento obrero. Esto fue la lógica contestación de una oligarquía que sentía terror a la pérdida de sus privilegios económicos y políticos, desarrollándose el pánico al crecimiento del socialismo y al comunismo. Muchos empezaron a cuestionar las instituciones y por ende a la misma democracia. La Segunda guerra mundial estaba servida. Con el cuestionamiento de las instituciones democráticas y la crisis económica y social, estas se materializaron en la desconfianza que el pueblo sintió hacia los parlamentos y los partidos políticos, por otro lado, la gran burguesía atemorizada por el ascenso de ideologías progresistas como el socialismo y el comunismo, sintieron la necesidad de salvar al capitalismo. En este contexto, la única solución plausible para una oligarquía temerosa de perder sus privilegios, consistía en levantar un estado autoritario que reemplazara la democracia. De esta manera surgió el Fascismo, como reacción a los movimientos revolucionarios progresistas y de izquierdas: socialismo y comunismo. Uno de los principales fundamentos del Fascismo fue el nacionalismo, el cual tuvo un marcado carácter conservador. Había que devolver el orden social para asegurar el orden económico capitalista. La teoría de la desigualdad natural –concepto ideológico promulgado por el capitalismo- sirvió de cobertura para la aparición del hombre providencial que habría de salvar a la nación. De esta manera emerge la figura del dictador, el hombre que ha de aparecer de la nada, aquel que tiene todas las respuestas y así fue como aparecieron aquellos hombres que marcaron una época. El Fascismo funcionaria plenamente en Alemania con Hitler y en la Italia de Mussolini. El Fascismo reorganizo el capitalismo, lo transformo y lo modernizo, en buena medida lo sometió a grandes y profundas reformas, a través de una organización corporativa bajo la autoridad de las grandes empresas. No solamente le evito su muerte, sino que le aseguro su supervivencia hasta la actualidad; ya que el orden establecido por el Fascismo es por el cual nos regimos en Europa y en todo Occidente, bajo otras formas de organización política. El poder del totalitarismo Fascista englobaba a toda actividad económica y política, en el día de hoy la globalización y el pensamiento único son consecuencias de la influencia del pensamiento nacionalsocialista (nazi). El Fascismo no ha muerto simplemente se ha revestido con otro ropaje, solo que renovó algunas estructuras y se sirve de las estructuras democráticas para seguir sobreviviendo. El Fascismo actual ya no necesita un partido único como en los años treinta, sigue sosteniendo el capitalismo y se le puede ver en las grandes corporaciones multinacionales, en los bancos y grupos financieros, en las empresas, etc. Si alguna vez el capitalismo desapareciera de la tierra por algún terremoto económico, financiero, no duden que con él moriría el Fascismo. Biblioteca: Recomendamos: 1. La ética protestante del capitalismo. Autor: Max Weber. (1904). 2. Las sectas protestantes y el espíritu del capitalismo. Max Weber. (1906). 3. La escuela de Frankfurt. A mediados de 1920, la Universidad de Frankfurt fundo su instituto de investigación social, bajo la dirección de Max Horkheimer desde 1931. 4. Teoría tradicional y teoría crítica. Max Horkheimer. (1937). 5. Sicopatología y política. H. Lasswell. (1930). 6. Forma y equilibrio sociales. V. Pareto. Madrid. (Revista de Occidente). (1973). 7. 1º Aniversario del Blogger: www.robertpacard.blogspot.com. (2017). 8. Robert Pacard. (1921-2010). D.E.P.

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