LA
GRAN ESTAFA
Por
RICHARD
PACARD
El
15 de septiembre del año 2008 quebró Lenhman Brothers y con ello se
inicio una crisis estructural que desbarato el sistema financiero,
que a punto estuvo de acabar con el sistema capitalista. Es cierto,
que el sistema capitalista sobrevive a base de crisis cíclicas, más
lo ocurrido aquel 15-S del 2008 hizo temblar todo el edificio
financiero a nivel internacional. Hasta ese momento todo el mundo
creía que el capitalismo era la quinta esencia de la economía;
aquella crisis demostró que toda la arquitectura financiera y
macro-económica, así como toda la estructura política de Europa y
Estados Unidos, pendían de un hilo. La presente crisis iniciada en
2008 no es una crisis coyuntural, una más de las que sufrió el
capitalismo, es una crisis sistémica que hizo tambalear los
cimientos en los que se hallan asentados todos los fundamentos de la
presente civilización: El Capitalismo financiero e industrial. Con
ello puso en duda muchos mitos de la posmodernidad. Uno de estos
mitos es que se había llegado al fin de la historia, donde tanto el
sistema capitalista como su aliado político el liberalismo,
representaba el último estadio al que había llegado la humanidad, a
partir de ahí, no habría más alternativas ni una supuesta
anti-tesis, ya que la humanidad había llegado a su plenitud. Toda la
super-estructura perdió la confianza del colectivo en sus
instituciones. La historia nunca se cerrara mientras siga existiendo
la humanidad, y esta pueda vivir para contarlo.
En
realidad ese día fue la prueba material, de que cuanto más complejo
sea un sistema, más posibilidades tiene de sufrir un colapso y
cuanto más simples sean sus parámetros más capacidad de solución
tendrán sus problemas. Las dos imágenes de esta crisis sistémica
que simplifican el nuevo paradigma han sido: la primera la de los
banqueros llevándose suculentas indemnizaciones, tras venirse abajo
sus entidades, y la segunda la de las familias como dejan sus
respectivas viviendas, hipotecadas y engañadas por aquellos que han
provocado la presente crisis, abocadas sin remedio a la miseria. El
libre mercado es el gran protagonista de la recesión del 2008, un
libre mercado que ha creado como contravalores fundamentales: la
competitividad, la codicia y la falta de escrúpulos a la hora de
dejar en la calle a una familia. La presente crisis además de
poseer motivaciones financieras densas, complejas e incomprensibles
para el ciudadano medio, también se produce por una falta de valores
morales y éticos, que vienen siendo el reforzamiento de toda
sociedad civilizada.
Todos
los que protagonizaron esta gran estafa despiadada, que sin ninguna
duda representa el capitalismo financiero, han declarado que el mundo
en el cual estamos inmersos es una inmensa mentira, y que estuvimos
cerca de un colapso financiero mundial; los ciudadanos nunca han sido
conscientes de lo cerca que estuvo el sistema capitalista de ser
engullido por su propia avaricia. ¡Otra vez sera! Mientras tanto
cabe destacar que el sistema financiero ha sido tocado de muerte. La
gran paradoja es que el enemigo del capitalismo, no son los grupos u
partidos de extrema derecha o izquierda, ya que ellos mismos son un
producto del mismo sistema. El verdadero enemigo del capitalismo es
el capitalismo mismo. Es tan absurdamente complejo que en su misma
esencia se halla su autodestrucción. Para que este sobreviva
necesitaría una antitesis, antaño la constituía la Unión
Soviética, ya que le marcaba sus limitaciones, una vez fenecida
esta, al no tener rival, el capitalismo es incapaz de ser consciente
de sus limitaciones.
De
momento, la única salida ha sido la promoción de políticas
intervencionistas por parte de los estados, los cuales han rescatado
a los bancos y grupos financieros; Estados Unidos estuvo plagado de
nacionalizaciones, y en Europa Angela Merkel inicio una política de
austeridad, recortes en lo social. Pero, esta historia ya la
conocemos. Como siempre, los más vulnerables son los que pagamos los
desperfectos que otros provocan. El sistema siempre rescata a los
suyos.
La
gran estafa consiste en mantenernos endeudados, para de esta forma
tenernos sometidos, poseyendo de esta manera nuestras casas, nuestros
automóviles, etc., naciones enteras están de esta forma
hipotecadas. Como la deuda es impagable tanto para el ciudadano (a
nivel particular) ya que aunque no tengamos una hipoteca, no estamos
libres de la gran estafa, puesto que crean a su vez necesidades
artificiales, dependientes siempre de la gran estructura. Esa
vivienda, ese automóvil último modelo, su verdadero amo es el
banco. De ahí que en un momento determinado sea el sector
financiero, el que se constituye como grupo de presión sobre
instituciones o incluso sobre el mismo estado. Nadie tiene tanto
poder como el que maneja el sistema; los bancos son la base del
sistema capitalista, por lo mismo, son los amos de la clase política
y a través de ellos, también nosotros somos colaboradores
necesarios de la gran estafa. Ya que participamos con nuestros actos
en el mantenimiento de todo el complejo sistema económico. En fin,
las victimas de la estafa, son colaboradores de los estafadores. ¡Que
gran despropósito! Todos estamos sometidos a este despropósito,
esta falta de lógica, nos lleva a carecer de pensamiento perceptivo.
Como
el mercado libre se basa únicamente en la sacrosanta competencia, el
desequilibrio se institucionaliza, la libertad de precios alienta la
codicia y el egoísmo de empresas y individuos, la desigualdad
comienza a ser la norma, la armonía en todos los sectores se rompe y
finalmente aparece la conflictividad, la cual resquebraja la paz
social; debido a la fragmentación de la sociedad en manos de
depredadores (bancos, grupos financieros e hipotecarios, etc) aparece
la crisis y de esta manera caemos en manos de los voraces hombres de
negocios. Somos libres, pero solamente somos libres para endeudarnos
y empobrecernos. El libre albedrío solo beneficia a los vampiros del
mercado y el caos que se forma nos esclaviza. Esta crisis estructural
del 2008 pone de manifiesto las taras del mercado, así como su
fracaso como modelo económico a seguir. No urgen grandes reformas.
Al capitalismo no se le reforma. Se le destruye.
Europa
salvo de la hecatombe a media docena de países, a pesar de que la
lógica obligaba a rescatar a los ciudadanos de sus respectivos
estados, y por lo mismo a crear una política de regeneración
social, económica y política, las autoridades europeos se dedicaron
única y exclusivamente a rescatar a los bancos y a los grupos
financieros, presionados tanto Europa como Estados Unidos por los
grupos de poder que alentaron las políticas de austeridad, reformas
estructurales de gran calado y desestructuración social, es decir,
resquebrajar el sistema social de ayudas a los más vulnerables y si
posible fuera acabar con el estado de bienestar. El único objetivo
de la presente crisis sistémica, era configurar el mundo a imagen y
semejanza de los contravalores capitalistas; al mismo tiempo el
avance inexorable de los extremismos de toda condición, representan
la imagen de una Europa resquebrajada, sin horizontes, sin proyecto,
fragmentada, la cual no tardara en caer.
Mientras
el sistema carece totalmente de capacidad regenerativa, por que si de
algo hemos de estar seguros, es de la falta de lógica y de
imaginación del capitalismo. Nuestra oligarquía no sabe nada más
que inventarse modelos y sobreestructuras complejas para ganar/robar
dinero. Toda esta crisis demostró el fracaso de un sistema económico
y político, que en estos momentos esta llegando a su fin. La caída
o el declive de Europa y el retroceso en el exterior de los Estados
Unidos de América, así como el ascenso en el concierto
internacional de China, prefiguran la decadencia y muerte de
Occidente como referencia a nivel mundial. Cuando caiga Europa lo que
se debería esperar es que no nos coja dentro del edificio y nos
aplaste. España ha iniciado una salida en el presente contexto
internacional, el cual sera referente hacía un sistema progresista
en lo social y económico, más valiente ante los retos que
indudablemente se avecinan; tiene España en estos momentos dos
grandes lideres que representan la izquierda progresista, por un lado
Pedro Sánchez (PSOE) por el otro Pablo Iglesias (Podemos). Espero
que entre los dos conciten la esperanza de todos aquellos que son
vulnerables. Los dos juntos representan todos los valores de una
izquierda que vincule a todos aquellos que creemos en una democracia
participativa, progresista y avanzada. Ellos por separado no tendrían
la suficiente fuerza para establecer un sistema más justo, más
solidario, más veraz, ya que los arrinconaría el mismo sistema. En
estos momentos dichos timoneles están llamados a abrir las puertas
del porvenir, aunque aún son dependientes de las élites europeas.
Por que el tiempo se nos esta acabando. Y la gran catástrofe asoma
ya en el horizonte. Ya se oye el ruido de la gran marea que asoma con
su gran fuerza para arrasarlo todo. Y urge y pronto un cambio
mundial.
BIBLIOGRAFIA:
RECOMENDAMOS:
-
Recesión a lo grande. El 15-S de 2008 fue la versión moderna del “crash” del 29, y sus efectos persisten. Autor: Claudi Pérez. Negocios. Página 2-4. el País, domingo 9 de Septiembre de 2018.
-
Biografía de Claudi Pérez. Claudi Pérez (Reus, Tarragona, 1972). Licenciado en Económicas (Universidad Pompeu Fabra). Ha trabajado en El Periódico de Catalunya, Expansión y EL PAÍS, Barcelona y en Madrid, siguiendo temas de economía internacional, reuniones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y del (G-8), y en los últimos tiempos la inacabable crisis financiera, convertida en interminable crisis del euro. Actualmente es corresponsal en Bruselas.
-
Fuente de la Biografía de Claudi Pérez. El PAÍS INTERNACIONAL.
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