COSAS
DE LA VIDA
(4)
Por
ROBLE
Era
una noche tormentosa, de invierno, de esas que no invita, si no a
estar en casa, bajo el confort del hogar. Eufrásia se quedaría en
casa, si no fuera porque Tolomeo había adquirido las entradas para
el concierto de GABRIEL FAURÉ. Aquel concierto que no olvidarían
mientras vivieran. Una de las melodías era para violoncheo y piano.
El violoncheo, desgarraba su sonido, entre melancólico y nostálgico,
acompañado por breves toques de esperanza del piano. Después fueron
a cenar con el sabor romántico del violonchelo. Tiempo después,
Eufrásia cada mañana, se levantaba con un revoltijo en el estomago.
Sospechaba
que podía ser. El ginecólogo, le confirmó que su estado era de
buena esperanza. Llena de alegría, lo primero que hizo, fue comprar
el disco de FAURÉ. Lo envolvió en papel de regalo y dentro metió
un chupete. Dejó el pequeño paquete en la cama, en el lado que
dormía Tolomeo. Cuando su marido lo vio, la alegría fue doble.
Según avanzaba la gestación, Eufrásia, ponía el disco para que su
bebé lo oyera y sintiera las caricias que ella le daba. Le hablaba
de su papá, como lo había conocido. Otro día le hablaba de ella, y
lo mucho que ya le quería. Siempre le contaba cosas de la familia.
Eufrásia, sabía que su bebé sentía y oía lo que su mamá le
contaba. Llegó el momento. Adrián nació y cuando estaba un poco
intranquilo, le ponía el disco y en seguida, se calmaba, aunque
estuviera con la dolorosa dentición.
Eufrásia,
se decía que ese disco sería una bonita herencia en el futuro para
Adrián. Haría un diario de su niñez, adolescencia y madurez.
Adrián leería su propia vida, vista desde el amor de su madre.
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