miércoles, 15 de mayo de 2019

COSAS DE LA VIDA (2)


COSAS DE LA VIDA
(2)
Por
Roble

Eufrasia era una chica alegre, atractiva y atrayente, desenfadada, independiente, con un buen trabajo, abierta al saber y aprender. Un día, se le dio por la cerámica, hizo un jarrón que se le podía llamar cualquier cosa, menos jarrón. Ella, dijo que era un jarrón abstracto, lo puso en la sala y tan tranquila. Además, tenía un buen grupo de amigos, con los que salía a bailar, de viaje, al teatro, de cena. Una tarde de Enero de 1986 en casa de Mónica, el grupo estando en animado coloquio, Pablo dijo que en el periódico, había una noticia interesante sobre un cometa llamado Halley que en su camino, pasaría cerca de la tierra, pudiéndose ver a simple vista, (continuaba Pablo) este hecho, tenía un periodo de entre 74 y 79 años, y que sería el 9 de Febrero. Cuando acabó de leerlo, Eufrasia dijo que no lo podían perder. Enseguida, se pusieron a organizar, aunque se podía ver a simple vista, sería mejor con un telescopio.

Roberto, lo aportó, pues lo tenía en el desván de la casa de campo. Llegó el 9 de Febrero y bien abrigados, todo el grupo con café y telescopio, se fueron a la aventura de este hecho que ellos no volverían a ver. Eufrasia quedo tan impresionada, que desde ese día su inquietud fue conocer más el firmamento. Compró libros de astronomía, revistas que informaban el tiempo de ver mejor tal o cual planeta. Hasta se compró un telescopio en una tienda especializada al final de la Calle Real, al lado del Cine París. El problema era que aunque fuera a un lugar lejos de la ciudad, las luces eclipsarían tan bello espectáculo. Roberto se lo solucionó dándole las llaves de la casa de campo. Eufrasia era feliz con este descubrimiento, cada cosa que veía y descubría, cada lluvia de meteoritos, para ella era asombroso y espectacular por la belleza del firmamento. Roberto algunos días se pasaba por la casa y disfrutaba la alegría de ella. Pasaban noches juntos hablando y mirando las estrellas. Poco a poco, la amistad se trasformó en amor. Eufrasia entonces con más razón se hizo amiga de la noche.


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